miércoles, 25 de enero de 2017

Derechos sucesorales de los hermanos carnales uterinos y consanguíneos

Por: Tamara Aquino Veras                                              
 Ysidro García Rodríguez                       
 Ismael Tavárez Beras                         
Nelson Guillén Bello 
Introducción
El derecho de las sucesiones tiene por objeto establecer y regular los parámetros por los cuales se determina la suerte de los activos y pasivos de las personas fallecidas. Desde los inicios del propio derecho, esta determinación de normas para la sucesión de bienes ha sido de alto interés. Y no es para menos pues la sucesión patrimonial en no pocas ocasiones envuelve conflictos entre los familiares (o interesados) que pretendan continuar con el patrimonio del fallecido. Sus normas tienen una trascendencia singular pues la muerte está asegurada para todas las personas con vida. Una vez fallece cualquier persona, la ley prevé reglas especiales y casuísticas para resolver y dar curso al sinnúmero de situaciones que podrían devenir.  
Como es sabido, suele ser un familiar del difunto la persona que tiene vocación de suceder su patrimonio. Normalmente, también suele decirse que son los descendientes del fallecido quienes están llamados a sucederle. No obstante, puede darse el caso en que la persona muerta no tenga descendencia lo que implica un orden distinto al imaginado con anterioridad.
En el derecho de las sucesiones existen reglas especiales según el familiar que sucederá al difunto, las cuales se encuentran en principio reglamentadas por el Código Civil. En esta ocasión, nos adentraremos al supuesto no tan común de que el de cuya sucesión se trata haya dejado como únicos herederos a sus hermanos. Es decir, que no tenga descendientes ni ascendientes en vida para suceder. En estos casos la legislación dominicana prevé las particularidades de la sucesión en cuánto a cada tipo de hermano, si es hermano de padre y madre del de cujus, si es solo de padre o de madre. En una primera partida, abordaremos una parte preliminar para esbozar la forma en que se llega a este punto, y luego en partidas subsiguientes nos concentraremos con especial atención en la figura de los hermanos.